CREAMOS REDES PARA LA SOSTENIBILIDAD

Ciudades biofílicas, cómo reconectar la ciudad con la naturaleza

Por Laura Ronquillo/ Pedro Cáceres
El sexto Foro de Paisaje Urbano, organizado por el Centro de Estudios Ambientales del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, ha contado con la colaboración de Conama ha reunido a expertos internacionales en urbanismo y naturalización urbana. La adaptación al cambio climático, la biodiversidad urbana y la relación de las ciudades con su biorregión han sido temas centrales de un estimulante debate sobre la sostenibilidad a escala local.

Las Jornadas de Paisaje «Visión 2050- Reconectando la ciudad con la naturaleza», celebradas en Vitoria-Gasteiz en el marco del VI Foro de Paisaje,  han reunido a algunos de los principales expertos y expertas mundiales en la materia, en un debate muy interesante sobre la sostenibilidad a escala local. El encuentro fue organizado por  el Centro de Estudios Ambientales (CEA) del Ayuntamiento de Vitoria y contó con la colaboración de Conama, cuya directora gerente, Alicia Torrego, participó como moderadora en la mesa redonda «Ciudades región neutras en carbono».

Durante las Jornadas, se analizaron ejemplos diversos, desde el proyecto del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz, puesto en marcha hace 25 años, hacia otras ciudades del mundo con anillos verdes, a ejemplos de sistemas verdes integrados, anillos agrícolas y ciudades-región hasta llegar al modelo de biorregión, que se plantea en Álava central como el paso lógico de crecimiento del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz.

A lo largo de este recorrido se conocieron los casos de ciudades tan distintas como Singapur, Philadelphia, Bérgamo, Hannover o París, a la vez que se volvió la mirada a España y en concreto el País Vasco, para entender el modelo de planeamiento y las posibilidades que ofrece el territorio.

Todos los casos expuestos en las jornadas tienen en común el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes a través de la reconexión de la ciudad con la naturaleza (agrícola, forestal, marina, etc.), el aumento de la biodiversidad de la región, la supresión de barreras que fragmentan el territorio y el planeamiento. En definitiva, se trata  de tomar conciencia de que “lo urbano, no acaba en el último vial, sino que todo el territorio que provee a la ciudad y todo aquel al que llegan los residuos y desechos de la misma forma parte de ella”, como afirmó Rebeca de Dios, investigadora especializada en Anillos Verdes del University College London

A lo largo de las ponencias se repitió la idea de la biofilia -amor por lo vivo- para referirse a esta nueva forma de entender la ciudad y su región, en la que el papel de la concienciación y participación ciudadanas se constatan fundamentales. Esta nueva forma de entender el territorio tiene un planeamiento urbanístico del que forma parte la propia vida. Como afirmó el director del CEA, Luis Andrés Orive, citando al pionero estadounidense del ambientalimo Aldo Leopold:   «No tract of land is too small for the wilderness idea”. En la misma línea, el arquitecto y responsable de Formación de GBCe, Albert Cuchí, sostuvo que hay que situar a la naturaleza como la verdadera infraestructura verde mediante la cual articular el territorio.

Durante las jornadas pudo verse el avance experimentado por Vitoria y su biorregión en las últimas décadas. Dentro del muestrario de ejemplos internacionales, se sitúa como un punto de innovación y referencia, al contar con la gran reserva de biosfera que es el territorio de Álava Central y al tener como motor la experiencia de estos 25 años desarrollando el Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz, ciudad que fue reconocida precisamente como Green Capital europea en 2011.

En el próximo Conama 2018 de este mes de noviembre seguiremos abordando todas estas cuestiones necesarias para transformar la ciudad, con la idea de que todavía estamos a tiempo de dar un cambio hacia la sostenibilidad, pero que hay que actuar urgentemente. Como afirmaba el arquitecto urbanista Fernado Prats en la clausura de las jornadas refiriéndose al cambio climático y a la transición ecológica «tenemos por delante un viaje sin certezas, pero como no tengamos el valor de iniciarlo, es certero que no llegaremos”.