Iñigo - comunicación sobre sustancias químicas

“Es prioritario promover la educación científica desde los más pequeños para acercar la química y sus avances a la sociedad de forma más comprensible y responsable” Íñigo Pérez-Baroja, decano-presidente del Colegio Oficial de Químicos de Madrid

¿Por qué la química genera rechazo si mejora nuestras vidas? Entrevistamos a Íñigo Pérez-Baroja Verde, decano-presidente del Ilustre Colegio Oficial de Químicos de Madrid, con una trayectoria profesional vinculada al medio ambiente y la gestión de residuos, suelos y actividades industriales.

En el marco de la campaña #HablemosDeQuímicos, reflexiona sobre los retos en la comunicación de las sustancias químicas y la necesidad de acercar esta disciplina a la sociedad. Defiende un enfoque más pedagógico y accesible, que permita cambiar la percepción social de la química y mejorar herramientas clave como el etiquetado. También propone, entre otras medidas, incorporar códigos QR que permitan a las personas usuarias “acceder a la información más detallada con un lenguaje claro, sencillo y comprensible”.

Existe bastante desconocimiento por parte de la población general en relación a las sustancias químicas, en este sentido, ¿Cuáles son los mayores retos que encontrados a la hora de trasladar la información a este tipo de público? ¿Qué estrategias se deben implementar para aumentar el conocimiento y sensibilización sobre esta materia?

Desgraciadamente hay una percepción negativa o al menos equivocada hacia la química y todo lo relacionado con ésta. Se suele asociar a contaminación, toxicidad o incluso a productos artificiales, cuando la realidad es que gracias a la química la vida cotidiana de toda la sociedad ha mejorado sustancialmente. Sobre todo, en las áreas de salud, alimentación, tecnología y sostenibilidad.

Por tanto, el mayor reto es cambiar esta percepción, divulgando sus principios con un lenguaje claro y accesible, fomentando el uso de herramientas con ejemplos claros. Es prioritario promover la educación científica desde los más pequeños para acercar la química y sus avances a la sociedad de forma más comprensible y responsable. Es vital que la sociedad comprenda la importancia de la química y de su industria como motores de progreso tanto desde un punto de vista económico como del bienestar social de Europa y por tanto de España. Si nadie cuestiona la energía eléctrica cuando alguien se electrocuta, no lo hagamos con la química, sólo cuando no se emplee adecuadamente.

El Reglamento CLP establece las bases sobre el etiquetado de las sustancias y mezclas químicas peligrosas para que las personas usuarias reciban información relativa al peligro de las mismas. ¿Considera que las normas del etiquetado actual son suficientes? ¿Qué habría que mejorar para que la información llegue de forma clara y sencilla a los usuarios?

El Reglamento CLP es una herramienta muy útil tanto para los perfiles profesionales como para los usuarios particulares para conocer los peligros asociados a las sustancias y mezclas químicas. Sin embargo, en bastantes ocasiones, las etiquetas tienen un espacio muy limitado y toda la información aparece en letra muy pequeña, lo que reduce la efectividad del mensaje.

Por ello se debería buscar una mejora en el diseño de las etiquetas para que puedan contener los peligros asociados como hasta ahora y un QR que incluya toda la información que permita al usuario acceder a la información más detallada con un lenguaje claro, sencillo y comprensible.

Las sustancias químicas tienen un papel importante en la economía y competitividad de la Unión Europea. ¿Cree que desde el sector profesional se envían mensajes claros a la población sobre la seguridad de las sustancias químicas puestas en el mercado?

Por supuesto, la industria química europea y por ende la española trabaja bajo unos estrictos marcos normativos como son el Reglamento REACH o el Reglamento CLP que establecen rigurosos procedimientos de evaluación del riesgo, control de elementos peligrosos y etiquetado. Lamentablemente estos mensajes no siempre calan en las personas usuarias, principalmente por la mala percepción que existe sobre la química y que mencionamos anteriormente.

Asimismo, cada vez se conocen mejor los efectos de las nuevas sustancias sobre el medio ambiente y/o sobre los seres humanos lo que hace que podamos entender mejor los riesgos y los peligros de las sustancias y/o las mezclas químicas estudiadas. Pero ojo, es importante matizar que el peligro de estas no siempre son un riesgo para la salud humana o el medio ambiente, sino que dependerá de la dosis administrada, del tiempo de exposición, del uso de las mismas….

La “Estrategia de sostenibilidad para las sustancias químicas. Hacia un entorno libre de tóxicos” tiene el objetivo de proteger la salud humana y apoyar un entorno sin sustancias tóxicas, ¿cómo valora la estrategia? ¿es lo suficientemente ambiciosa para lograr la sostenibilidad en materia de sustancias químicas?

Es una propuesta ambiciosa que refleja nuestras prioridades en materia de salud, seguridad y protección del medio ambiente, reforzando el marco regulatorio ya existente y alineando los objetivos de seguridad química con la transición hacia una economía más sostenible y competitiva.

Pero para que dicha estrategia tenga éxito, debe ser equilibrada y realista. No olvidemos las palabras de Paracelso en la Edad Media “Solo la dosis hace el veneno”. Es decir, cualquier sustancia puede ser beneficiosa o mortal en función de la dosis administrada. Por tanto, la estrategia se debe basar en una evaluación de riesgos rigurosa, teniendo en cuenta las condiciones de uso y de exposición y aclarar el término “entorno libre de tóxico” para evitar confusión u objetivos inalcanzables.

Por ello, para garantizar el éxito, la estrategia también debe tener un enfoque técnico y proporcionado, basado en evidencias científicas sólidas, evitando consecuencias no deseadas como la restricción excesiva de sustancias químicas o la deslocalización de la producción fuera de Europa por no haber tenido en cuenta la viabilidad técnica, la disponibilidad de alternativas y/o el impacto en la competitividad del sector.

En resumen, la estrategia es un paso en la dirección correcta si se implementa de forma equilibrada, considerando tanto la protección de la salud y el medio ambiente como la necesidad de mantener la competitividad y la capacidad de innovación de la industria química europea.

Bajo su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos que enfrenta España para cumplir con los objetivos de contaminación cero en el ámbito de las sustancias químicas? Los principales retos a los que se enfrenta España para cumplir con los objetivos de contaminación cero en el ámbito de las sustancias químicas son principalmente técnicos, económicos y regulatorios.

Acelerar la transición hacia la economía circular, la química verde y el uso de materias primas renovables requiere una colaboración público-privada que incluya políticas efectivas e inversiones significativas en I+D no sólo en la sustitución de materias primas críticas como pueden ser disolventes o catalizadores, sino en la transformación tecnológica que ello conlleva y en su posterior adaptación de las instalaciones existentes, así como colaboración entre todos los sectores afectados.

Pero esta aceleración debe estar alineada con la capacidad técnica de adaptación y con inversiones que comprometen la rentabilidad de las empresas para que no haya pérdida de competitividad en el mercado global en el que nos encontramos y que pueda repercutir en la deslocalización de la industria química española.

Ministerio para la Transición ecológica y Reto Demográfico
Esta iniciativa ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pero no expresa la opinión del mismo.