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Lecciones aprendidas en la presidencia

Compartiendo lecciones aprendidas en la Presidencia española

El 24 de enero se celebró en Bruselas el taller “Conectando las Presidencias Española y Belga de la UE para una Transición Verde Justa” para compartir la experiencia, conocimientos y propuestas de la Alianza de la Sociedad Civil para una Presidencia Española comprometida con el Clima con organizaciones de la sociedad civil de Bélgica y Hungría, países que toman el relevo en la presidencia del Consejo de la UE.  

El evento fue coorganizado por la Alianza de la Sociedad Civil para una Presidencia Española comprometida con el Clima (liderada por Conama y Eco-Unión), Bond Beter Leefmilieu, la Oficina Europea de Medio AmbienteClimate Action Network Europe y Klimaat Coalitie.

Durante el encuentro se profundizó en el aprendizaje obtenido durante la presidencia española en la Unión Europea (UE), comentando los éxitos y fracasos en el avance del Pacto Verde Europeo, con atención especial al contexto de tensión política previa a las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. 

En relación con la presidencia española, se puso en valor el trabajo técnico realizado y el esfuerzo en un contexto político muy inestable derivado del adelanto electoral y los meses de gobierno en funciones. A pesar del cierre de un número importante de acuerdos, desde la sociedad civil se ve con preocupación un cierto freno en la ambición en temas ambientales. Se destacó la influencia de la presidencia española en la Declaración de Granada, donde se incluyeron finalmente mención a cuestiones climáticas y ambientales, aunque de manera discreta.

Mención especial tuvo la transición justa, como un enfoque necesario para legitimar y profundizar en la transición ecológica. También se trabajó sobre la importancia de abordar las necesidades de las pymes en la transición verde, así como la necesidad de programas de formación y reconversión laboral.

Como preocupación se compartió las dificultades de encontrar espacios de diálogo que favorezcan la participación de la sociedad civil.

En cuanto a la presidencia belga de la UE, se coincidió en la señalar su responsabilidad en finalizar el Acuerdo Verde antes de que Europa pase al modo electoral. 

Además de finalizar los trílogos de los archivos restantes del Fit for 55, se considera fundamental trabajar en los objetivos climáticos a 2040 y en avanzar en instrumentos para desarrollar la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la UE y mejorar la resiliencia ante los impactos climáticos.

En Biodiversidad, Suelo y Bosques, se resaltó la adopción final de la Ley de Restauración de la Naturaleza, y la necesidad de avanzar en las leyes de Vigilancia Forestal y de Vigilancia del Suelo para revertir la degradación de bosques y suelos en Europa, frenar la pérdida de la biodiversidad y aumentar la resiliencia. 

En Agua, la Presidencia Belga debería finalizar la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas, cumplir con la Iniciativa de Resiliencia del Agua de la UE (que fue retirada de la agenda de la Comisión Europea unos días más tarde, con la indignación de las asociaciones ecologistas e industriales) y garantizar que se cumplan los objetivos de la Directiva Marco del Agua para 2027. 

En el ámbito de la calidad ambiental, se resaltó la importancia de asegurar un acuerdo sobre la Directiva de Calidad del Aire antes de las elecciones, de avanzar en la implementación de la Estrategia sobre la Sostenibilidad de las sustancias químicas, o de adoptar un enfoque ambicioso en la revisión de la Directiva Marco de Residuos. 

Por último, se intercambiaron posiciones acerca de la reforma de las reglas fiscales de la UE y sus implicaciones para la financiación de la transición verde, así como sobre la importancia de ampliar el debate público sobre la austeridad, el papel de las inversiones públicas en soluciones como las energías renovables, el transporte público, la vivienda eficiente o la agroecología, la disfunción de las ayudas públicas a los combustibles fósiles y los subsidios dañinos y la necesidad de una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento con una perspectiva social y verde. Todo ello para seguir impulsando la agenda verde europea más allá de 2024.

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